A la fecha, la película ya es considerada un éxito de taquilla por haber recaudado cerca de $150 millones de dólares a nivel mundial y, junto a la general crítica positiva del público (con un 89% de aprobación según rotten tomatoes), se ha convertido en la película con mejor recepción de DC comics desde el inicio de su Universo Extendido (DCEU).

6 años han pasado desde el estreno de la primera película de este proyecto, en que la idea era construir una realidad donde los mejores y más icónicos personajes de la editorial, pudieran coexistir en una línea de tiempo específica, tomando lo mejor de entre todos los universos alternativos de los cómics. Crear un canon para hollywood, un sistema que incentivara a los fans a seguir todas las películas de la franquicia, para no perderse ningún detalle. Una gran estrategia comercial, sin duda. Pero que DC no supo aprovechar… o quizás solo tuvo un mal enfoque. 

En aquel entonces se trató de Superman, ahora hablamos de Shazam!. Es bastante curiosa la forma en que dos superhéroes con tantas similitudes, han logrado un impacto tan diferente en la imagen de DC cómics. En resumidas cuentas: la editorial ha aprendido de sus errores. 

En esta última entrega del universo DC, conocemos a Billy Batson (Asher Angel), un chico de 14 años que ha crecido en las calles de Philadelphia en busca de su madre, de quien se separo cuando era muy pequeño. La vida de Billy cambiará radicalmente cuando una gran y diversa familia lo recibe en el que será su nuevo hogar adoptivo. El chico inicialmente se muestra reacio hacia ellos, pero   cuando un viejo Mago lo elige para heredarle sus poderes, y le encomienda que luche contra los pecados capitales, fuerzas malignas que han sido liberadas por doctor Sivana (Mark Strong), se ve obligado a volver con ellos y pedirle ayuda a Freddy (jack dylan grazer), uno de sus hermanos adoptivos.

Pero Billy no solo adquiere poderes, sino que también toma el cuerpo de un gran y fornido superhéroe (Zachary Levi), para nada parecido al chico de 14 años que sigue siendo en su mente. Y allí radica la gran diferencia con cualquier otro superhéroe de la franquicia: Billy es un niño.

Continuemos con la comparación con Superman para hacerlo un poco más gráfico: El hombre de acero vuela, resiste balas, tiene super velocidad y super fuerza; Billy también. La lista de similitudes puede seguir, pero siempre terminaremos en la misma diferencia. Superman, y cualquier otro miembro de la liga, es un adulto. Billy no lo es, y tampoco intenta serlo. Es un adolescente que jamás se planteó la idea de ir a luchar el crimen o vengar a alguien, él solo vela por si mismo. Sus nuevos poderes son una muy curiosa adquisición, pero es demasiado inmaduro para ver su real valor.

¿Pero alguien podría culparlo? Billy Batson es ni más ni menos que el chico que cumple el sueño de todo niño y niña viendo la pantalla de cine, el sueño que todos nosotros alguna vez tuvimos.  Es quien, con tan solo gritar la palabra "Shazam", adquiere los poderes que podrían convertirlo en un héroe, y es libre de hacer con ellos lo que quiera. Y atención con ese "lo que quiera", porque volvemos al asunto principal de una película: poseer poderes, no te convierte inmediatamente en un héroe.

A diferencia del resto del universo extendido.

Podemos detenernos un poco en este punto, y pensar en cómo DC comics ha decidido enfocar los dilemas de sus personajes anteriormente, pongamos a Superman, Batman y Wonder Woman como ejemplos. La trinidad de DC, todos personajes que pedimos ver en la pantalla grande, películas que ansiamos, pero que no fueron lo que esperábamos ver. ¿En que falló DC? el drama.

Por lo general, el drama le otorga a películas de acción un toque realista entre tanta ficción. Hay veces en que no es más que un descanso entre tanto humor, mientras que otras, las vuelve los filmes más serios y profundos. En esto último la editorial cuenta con un especial ejemplo: The Dark Knight. La más que aclamada trilogía de christopher Nolan.

El nuevo universo expandido de DC, originalmente quiso acercarse a la idea de Nolan, y explotar el lado humano de los héroes. Un concepto interesante, sin duda, y que fue bastante exitoso cuando se probó con Batman. Pero que en definitiva resultó demasiado agotador para un universo extendido. Entregando así una serie de películas víctimas de la crítica, y no muy bien recibidas por los espectadores, principalmente por los seguidores de los cómics.

En esta nueva oportunidad, con la cantidad necesaria de comedia, y un cast más que acertado, Shazam! se aleja de todo eso, para convertirse en una película enfocada en la perspectiva de dos adolescentes. Ajena al drama intenso y conflictos morales de películas anteriores. ¿Tiene su lado trágico? claro, ¿Se abusa de él? para nada. La película es un equilibro entre el conflicto que pone en problemas a Billy Batson, y la forma en que niños de su edad se enfrentan a ellos.

De izquierda a derecha: Jack Dylan Grazer, Zachary Levi y Asher Angel. Photoshoot Comic-com 2019.

Nos preguntamos a partir de eso, ¿Podrá ser que DC comics por fin esté dejando atrás ese oscuro, y exitoso, fantasma que es hasta el día de hoy The Dark Knight? ¿Podrá ser que DC se esté dando cuenta de que el drama no es exactamente el mejor aliado par una película de acción? La película Aquaman había dado indicios de eso, y  Shazam! terminó por confirmarlo.

Tal vez sea un poco arriesgado decir que DC ha comenzado a reivindicarse con los fans de sus cómics, pero Shazam! parece ser un nuevo comienzo para la editorial, el comienzo que necesitaban. Quizás ahora comiencen a producir las películas que esperamos ver, y por fin recibamos el contenido que todas esas buenas historias e interesantes personajes que la editorial posee, merecen. Es un poco pronto para estar seguros, pero todo parece indicar que DC comics por fin ha tomado el enfoque correcto.

Para el próximo año nos esperan Birds of prey junto a Wonder Woman 1984. Y a la fecha ya se han manifestado intenciones de producir la secuela de Shazam!. Solo es cuestión de tiempo para saber qué tanto DC logrará aprovechar la reciente buena crítica que ha recibido. Por el momento, aceptamos a Billy Batson como la disculpa que nos debían, por todas esas decepciones anteriores.