Cuando tenía catorce años, creé mi primer blog para escribir sobre historietas (no éste, jaja). A esa edad no profundizaba mucho en mis comentarios, pero eso no quiere decir que mis opiniones sobre esos temas hayan cambiado. De hecho, hay algunas cosas que publiqué que hasta el día de hoy siguen dando vueltas por mi cabeza.
Una de ellas es la crítica que hice a la adaptación animada de The Killing Joke (2016), cómic que, entre otros acontecimientos, pasó a la historia por la tortura de Batgirl a manos del Guasón. Un crimen oportuno para efectos de la trama, perfecto para motivar la sed de venganza de el Hombre Murciélago.
“¿O sea que no podía ofrecer nada más a la trama que ser torturada, abusada y, además, el interés libidinoso del personaje principal?” Pensé entonces, pero no lo escribí. Temí que nadie compartiera mi perspectiva. Claro que en ese tiempo no conocía el trabajo de Gail Simone, ni su lista “Mujeres en Refrigeradores”, creada para llevar un registro de este tipo de situaciones.
El nombre surgió a partir de una de las viñetas más innecesariamente violentas hacia una figura femenina. Alexandra DeWitt era encontrada descuartizada por su novio, el Green Lantern Kyle Raynolds, dentro de un congelador. Solo para efectos dramáticos y sin ningún otro mérito en la historia.
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| Green Lantern #54 (1994). |
Cuando ese cómic salió a la venta en 1994 el término no existía, pero gracias a Gail Simone hoy en día decimos que, dentro de la ficción, las mujeres que sufren este tipo agresiones solo para motivar el desarrollo del protagonista, son “refrigeradas”.
Similar a lo que años más tarde le ocurrió a Sue Dibny, pareja de Elongated Man. Violada (y posteriormente asesinada) en el satélite de la Liga de la Justica por el villano Dr. Light. No voy a gastarme en pensar cómo fue que se las arregló para entrar al cuartel espacial, pero, ¡¿dónde diablos estaban los héroes?! ¡Ni siquiera Flash, el hombre más veloz de la Tierra, fue capaz de llegar a la escena del crimen antes de que el daño fuera hecho!
Y como si eso no fuera suficientemente desmoralizante, para mi decepción (pero no para mi sorpresa), la lista no hace más que crecer de las maneras más humillantes posibles. Como lo que le hicieron a Big Barda, poderosa guerrera del equipo New Gods, muerta por un disparo en la cocina de su casa, solo para provocar a su esposo. No sé a ustedes, pero a mí me parece insultante.
Aunque, ¿saben qué?, si autores (históricamente hombres) quieren asesinar personajes femeninos, que hagan lo que quieran. Es más, estoy tan acostumbrada a ver heroínas y villanas tan mal escritas, que quizá me esté convenciendo de que lo mejor que pueden hacer por ellas, a falta de argumentos narrativos más trabajados, es eliminarlas de los relatos.
No obstante, no pienso conformarme con esta absurda cantidad de violencia carente de lógica.
Wonder Woman lo dijo antes que yo: “I am the man who can”. Dejemos de esperar que los mismos escritores de siempre hagan el cambio que necesitamos, ¡es por ellos que esta lista de degradantes asesinatos sigue creciendo! Está en nuestras manos apoyar a las autoras que, a duras penas, se abren un espacio en el medio para sacarnos de esos malditos refrigeradores, y así demostrar que podemos ofrecer mucho más que una “trágica motivación” (vaya estupidez en primer lugar).
1 comentarios
Es Batgirl que siente interés en su mentor, quien toma la iniciativa, demostrando fortaleza.
ResponderEliminarTiene sentido esa historia de Green Lantern. A Kyle Raidner le tocó ese legado, que resulta ser una carga, que deriva en una tragedia. Y así es tentado por Parallax.
Sucede que hay villanos sádicos.
Al segundo Robin le tocó una muerte violenta, en manos del Joker. Aunque luego fue revivido. A los héroes, a los hombres, también le toca la violencia extrema.
Besos.